sábado, 11 de febrero de 2017

Cinco días de febrero

Aquí va la última cronaca giudizaria de las cinco que Arcadi Espada ha escrito tras asistir a las sesiones de la vista oral por el 9-N celebradas en el TSJC.

Los juicios son siempre cápsulas temporales autopropulsadas que orbitan en torno a un planeta que dejó de existir, un vano intento siempre frustrado de volver al momento de los hechos, de sobrevolarlo. Para el público, una ocasión ideal de pegar alguna cabezada y, de vez en cuando, prestar atención a algún detalle que descuelle entre la habitual perorata de los abogados, profesionales del aburrimiento y del hablar mal. Siempre es más interesante oír al acusado o, aun mejor,  al testigo que acude sin haber sido coachado.

Debería por ello el Tribunal incorporar discretamente estas crónicas espadianas al sumario, como testimonio de vida y de cargo contra el Govern y contra el Gobierno, no para la deliberación ni para la sentencia, sino para la Historia.

Así, cuando en el futuro alguien consulte el legajo, podrá leer al menos estas crónicas.



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El lunes decenas de miles de personas acompañaron a los acusados que iban a actuar; el viernes eran solo decenas de personas las que esperaban a los que había actuado, por segunda y última vez. Como dijo Oscar Wilde: "La obra: excelente; el público: un desastre".